Uno de los casos más claros del efecto de la falta de hormonas en el cuerpo, es el de los "castrati". Eran niños que cantaban muy bien de pequeños y se les extirpaban los testículos para evitar que las hormonas les produjesen el cambio de voz. Así podían cantar con la voz blanca durante toda su vida.
Esta práctica tan cruel se realizó durante varios siglos.
Aquí podéis escuchar una grabación del último castrato. Es muy antigua y no se oye muy bien, pero puede servir para que os hagáis una idea del sonido de su voz.